La llamada Tumba del Elefante de la necrópolis romana de Carmona
(Sevilla) no tuvo siempre una función funeraria. La estructura original
del edificio y una ventana por la que el sol entra de forma directa en
los equinoccios parecen indicar que fue un templo del mitraísmo. La posición de Tauro y
Escorpio en los equinoccios refuerza la hipótesis. La necrópolis de
Carmona es un conjunto de estructuras funerarias de entre los siglos I
a. C. y II de nuestra era. Entre ellas, una es conocida con el nombre de
la Tumba del Elefante porque en su interior se encontró una estatua con
la forma de este animal.
El origen y la función de esta construcción han sido muy debatidos.
Ahora, arqueólogos de la Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla han
analizado minuciosamente la estructura y sugieren que en sus orígenes no
tuvo una función funeraria sino de culto al dios Mitra. El mitraísmo
fue una religión no oficial muy extendida por el Imperio romano durante
los primeros siglos de nuestra era. Los investigadores han identificado
cuatro etapas en las que el edificio sufrió reformas que le dieron
diferentes funciones. Sin embargo, hay ciertas objeciones a la teoría de que fue un templo
mitraico ya que se encuentra en una necrópolis, contexto poco común en
los edificios dedicados a este culto, que suelen estar en ámbitos
domésticos, urbanos o rurales.
Fuente: Ayuntamiento de Carmona.